Al igual que la saya, el manto se estrenó el sábado santo de 1.871, bordado en oro. El bordado destaca sobre un terciopelo azul oscuro y destaca los emblemas del Cordero Místico, así como cuatro cartelas con atributos pasionistas. La cola del manto se decora con una escena del Monte Calvario con las tres cruces vacías. Fue diseñado al igual que la saya por el pintor gaditano establecido en Cabra Francisco Iglesias, cobrando más de siete mil reales por el diseño. Fue bordado por las monjas agustinas de Cabra que recibieron en total diez mil reales como importe de la mano de obra. Costó, junto con la saya unos cincuenta mil reales, que fueron sufragados al hacerse efectiva una donación de D. Atanasio Linares y Notario, presbítero. El legado consistía en unas casas en la Calle del Granadal, frente a la ermita de la Aurora y un olivar junto a la dehesa de Prados. De ahí surge la famosa frase pronunciada en el pregón de Montero Galvache “….a hogar y olivo sabe tu nombre, Soledad de Cabra”. Era hermano mayor D. Juan de Vargas y Uclés.
Se restauró entre los años 2016 al 2018 en los talleres de Jesús Rosado Borja de Écija, siendo hermano mayor D. Juan Luna Aguilera.
La restauración consistió en el paso de todo el bordado a nuevo terciopelo azul marino y sustitución de encaje a otro de idénticas características realizado por Alfonso Aguilar Martín.
En la parte central del manto, se encuentra solo el terciopelo, y no está bordado, hecho que en las palabras del propio Rosado representa la Soledad de María.
El manto se presentó restaurado en el Teatro “El Jardinito” el 4 de marzo de 2018, teniendo lugar después un concierto de la Banda de Música de Ogíjares y la Virgen lo estrenó en un besamanos extraordinario que se realizó una semana después, el 10 de marzo, luciendo ya en la procesión de ese sábado santo.